Del mercado a Mistura: la sazón de la Huerta Chinén
Angélica Chinén servirá dos de los platos que ofrece en su puesto en el Mercado Nº2 de Surquillo: el asado de tira con locro de zapallo y carapulca con chancho
No es ni mediodía, pero ya hay varias personas almorzando en la Huerta Chinén.
Por solo S/. 6,50 uno puede disfrutar del menú compuesto por un plato de sopa y un segundo. Hoy hay menestrón y se puede elegir entre pollo tipo broster, seco de res, escabeche de pescado, estofado de pollo, caihua rellena y trigo guisado con pollo. Los demás platos –en total son 12 distintos cada día- se piden a la carta.
Detrás de la barra, Angélica Chinén no para de servir y despachar platos. Entre la más de una docena de ollas que hay distribuidas en su pequeña cocina, ella se mueve con la agilidad y seguridad que los casi 28 años de experiencia le han brindado.
La porción de arroz blanco es generosa. Y, sin importar lo que uno ha escogido almorzar, se puede pedir un poco del sabroso jugo del seco o del estofado. Todo vale con tal de comer rico.
ESTÓMAGO LLENO…
“La cocina era mi hobby”. Angélica nos cuenta que “empezó” a los cinco años, cuando preparó arroz y se le quemó. Ese día, su madre le dio una importante lección: malogrando las cosas se aprende. Y así ha sido. Por ejemplo, ha habido veces que por la premura echó azúcar a una olla que lo que necesitaba era sal.
Cuando recién abrió su puesto en el Mercado Nº2 de Surquillo, Angélica vendía chifa, pero en solo tres meses se dio cuenta de que sus clientes necesitaban algo más contundente. Así fue que de la noche a la mañana cambió y empezó a hacer comida criolla.
Su esfuerzo y dedicación se tradujeron en buena comida. La gente se empezó a pasar la voz y, poco a poco, el negocio fue creciendo. Lo que al inicio era todo el local, ahora es solamente la cocina; el comedor (dos puestos unidos) está unos pasos más allá.
TODOS LOS DÍAS
La Huerta Chinén atiende todos los días. Angélica empieza a trabajar a las 5:30 de la mañana y no para hasta las 9, hora en la que termina de picar los ingredientes de lo que preparará al día siguiente. Todo lo que vende lo cocina ahí y sus proveedores son los demás comerciantes del mercado.
Para que sus clientes no se aburran (hay algunos que almuerzan ahí siempre), la carta siempre varía. Sin embargo, hay platos que nunca pueden faltar, como la causa, la patita con maní y el cau cau. “Los sábados es infaltable el rocoto relleno, el costillar dorado y la sarsa de patita”, nos dice.
LA AVENTURA
Para Angélica Chinén haber sido invitada a participar por primera vez en Mistura es toda una aventura. Los platos que ofrecerá en su stand serán el asado de tira con locro de zapallo y la carapulca con chancho.
“Estoy preparando a gente que me va a acompañar. Espero que mis comensales se vayan bien, que mi comida les guste a todos y que yo, en especial, tenga mucha comunicación con la gente”, cuenta emocionada.
¿A DÓNDE IR?
Puesto 620 del Mercado Nº2 de Surquillo, ubicado entre los jirones Dante y Santa Rosa, a dos cuadras del cruce de la Av. Angamos Este con Paseo de la República.
Por solo S/. 6,50 uno puede disfrutar del menú compuesto por un plato de sopa y un segundo. Hoy hay menestrón y se puede elegir entre pollo tipo broster, seco de res, escabeche de pescado, estofado de pollo, caihua rellena y trigo guisado con pollo. Los demás platos –en total son 12 distintos cada día- se piden a la carta.
Detrás de la barra, Angélica Chinén no para de servir y despachar platos. Entre la más de una docena de ollas que hay distribuidas en su pequeña cocina, ella se mueve con la agilidad y seguridad que los casi 28 años de experiencia le han brindado.
La porción de arroz blanco es generosa. Y, sin importar lo que uno ha escogido almorzar, se puede pedir un poco del sabroso jugo del seco o del estofado. Todo vale con tal de comer rico.
ESTÓMAGO LLENO…
“La cocina era mi hobby”. Angélica nos cuenta que “empezó” a los cinco años, cuando preparó arroz y se le quemó. Ese día, su madre le dio una importante lección: malogrando las cosas se aprende. Y así ha sido. Por ejemplo, ha habido veces que por la premura echó azúcar a una olla que lo que necesitaba era sal.
Cuando recién abrió su puesto en el Mercado Nº2 de Surquillo, Angélica vendía chifa, pero en solo tres meses se dio cuenta de que sus clientes necesitaban algo más contundente. Así fue que de la noche a la mañana cambió y empezó a hacer comida criolla.
Su esfuerzo y dedicación se tradujeron en buena comida. La gente se empezó a pasar la voz y, poco a poco, el negocio fue creciendo. Lo que al inicio era todo el local, ahora es solamente la cocina; el comedor (dos puestos unidos) está unos pasos más allá.
TODOS LOS DÍAS
La Huerta Chinén atiende todos los días. Angélica empieza a trabajar a las 5:30 de la mañana y no para hasta las 9, hora en la que termina de picar los ingredientes de lo que preparará al día siguiente. Todo lo que vende lo cocina ahí y sus proveedores son los demás comerciantes del mercado.
Para que sus clientes no se aburran (hay algunos que almuerzan ahí siempre), la carta siempre varía. Sin embargo, hay platos que nunca pueden faltar, como la causa, la patita con maní y el cau cau. “Los sábados es infaltable el rocoto relleno, el costillar dorado y la sarsa de patita”, nos dice.
LA AVENTURA
Para Angélica Chinén haber sido invitada a participar por primera vez en Mistura es toda una aventura. Los platos que ofrecerá en su stand serán el asado de tira con locro de zapallo y la carapulca con chancho.
“Estoy preparando a gente que me va a acompañar. Espero que mis comensales se vayan bien, que mi comida les guste a todos y que yo, en especial, tenga mucha comunicación con la gente”, cuenta emocionada.
¿A DÓNDE IR?
Puesto 620 del Mercado Nº2 de Surquillo, ubicado entre los jirones Dante y Santa Rosa, a dos cuadras del cruce de la Av. Angamos Este con Paseo de la República.
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