Para los judíos, Jesús no fué un profeta. El último profeta en la tradición judía vivió cientos de años antes de Jesús.
La tradición judía subraya que Jesús nació, vivió y murió como judío. En la visión monoteísta judía es imposible que una persona sea sinónimo de Dios.
"Jesús es percibido como un maestro y un rabino", dice Marcelo Polakoff, presidente de la Asamblea Rabínica Latinoamericana.
"Lo que plantea una diferencia entre el judaísmo y el cristianismo tiene que ver no con la figura de Jesús en el sentido histórico, sino con la idea de Jesús como un mesías. Compartimos la idea de Jesús, pero diferimos en la idea de Cristo", señaló el rabino.
En el Judaísmo, Jesús no es considerado el Mesías porque las expectativas que planteaban los profetas para la llegada del Mesías no se vieron realizadas, según explicó Gustavo Kraselnik, vocero de la Congregación Kol Shearith Israel de Panamá.
"Lo que sabemos del Jesús histórico es relativamente poco", indicó el rabino Kraselnik. "Es difícil de precisar lo que dijo o lo que hizo el Jesús histórico. Si tomamos los relatos del Nuevo Testamento, vemos que muchas de sus enseñanzas coinciden con las que habían manifestado algunos de los fariseos más prominentes de su tiempo".
Jesús tampoco es considerado un profeta para los judíos, pues la profecía terminó 400 años antes de la época de Jesús. "El último profeta, en la tradición judía, fue Malaquías", indicó Polakoff.
El Hinduismo, según los expertos, es un conjunto de varias tradiciones religiosas.
"Jesús es una figura muy respetada en el hinduismo", dijo el vocero en España de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna, Juan Carlos Ramchandani, cuyo nombre hindú es Krishna Kripa Dasa.
De acuerdo con el sacerdote de la tradición Vaishnava, en una de las escrituras sagradas del hinduismo, el Bhavyshya Purana (que data de hace 3.000 años aproximadamente), se anuncia el nacimiento de Jesús con el nombre de Isha.
"Esta escritura predice que va a llegar un enviado de Dios, que llamamos avatar. En sánscrito significa 'aquel que desciende', es decir, que desciende del mundo espiritual al mundo material con un mensaje divino, de amor y de paz".
De acuerdo con Ramchandani, muchas de las enseñanzas del cristianismo tienen influencia de la tradición hindú: amar al prójimo, servirle al semejante, actuar sin violencia.
"El hindú practicante, ya sea de origen asiático u occidental, siempre va a tener un respeto hacia la figura de Jesús como un maestro, un ser iluminado".
José Luis Meza, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana de Colombia, explicó que hay una corriente de pensamiento dentro del Hinduismo que encuentra paralelismos entre Jesús e Ishwara, uno de los múltiples nombres de Dios en el Hinduismo.
"Los hinduistas parten del principio de que es demasiado ingenuo pensar que Dios se ha revelado una única vez, a través de un único personaje y a un solo pueblo. Por eso, lo común, para ellos, es que Dios se esté revelando en distintas formas y continuamente", señaló el experto.
"Para muchos budistas, Jesús fue un ser iluminado, un gran maestro. Yo siento a Jesús más cerca por su humanidad; no lo veo como un dios. Su mensaje de amor me acerca a él, pero si lo veo como un dios, su figura se hace tan lejana que jamás lo podré imitar", dijo José Castelao, reverendo Toan Sunim del templo Zen de la Ciudad de México.
Las enseñanzas del budismo, cuyo fundador fue Siddhartha Gautama (el Buda), se difundieron en India 500 años antes del nacimiento de Jesús.
"Cuando al Buda le preguntaban sobre Dios o sobre dioses, guardaba silencio. No está en el hombre la capacidad de entender la existencia o no de un dios. El problema del budismo es cómo reducir nuestro sufrimiento por un lado y cómo desarrollar sabiduría por el otro", explicó Castelao.
En el Budismo, existen personas como Jesús que, en el proceso de "despertar", han logrado cultivar excepcionales capacidades mentales, una gran sabiduría y profundos sentimientos de amor y de compasión hacia el prójimo.
"A estos individuos se les conoce como Budas o Bodhisattvas, es decir, seres despiertos, héroes o guerreros espirituales", explicó Tony Karam, director de la Casa del Tibet de México.
De acuerdo con el especialista en estudios budistas, el Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano, asegura que "contemplar a Jesús de Nazaret bajo la óptica de estos modelos humanos nos ayudaría a entender su naturaleza".
Los musulmanes también creen en la virginidad de María cuando concibió a Jesús.
En el Islam, Jesús (Isa en árabe) es considerado -como Abraham, Moisés, Mahoma- uno de los más grandes profetas de la humanidad.
"Jesús, la paz esté con él, fue el hijo de María y no de Dios", enfatizó Muhammadali Ibrahim Bokhari, supervisor general de la Asociación de la Liga Mundial Musulmana, desde Caracas.
"Creemos que Jesús fue un siervo de Dios, igual que creemos que su madre fue una santa sierva de Dios. Ninguno de los dos son socios de Dios en la administración del Universo", acotó.
En el Islam, Jesús no es visto como un intercesor ante Dios. Fue un ser humano a quien -de acuerdo con esta religión- no se le reza ni se le pide nada.
"Jesús es mencionado abundantemente en diferentes suras o capítulos del Corán (libro sagrado del Islam que le fue revelado al profeta Mahoma seis siglos después del nacimiento de Jesús)", dijo Hassen Cabrera, miembro de la Junta Islámica de España.
"Existen varios epítetos para nombrar a Jesús: Espíritu de la santidad, El Ungido", indicó Cabrera.
En el Corán, se reconoce la habilidad de Jesús para hacer milagros.
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